El nombre de Isabel la Católica se mezcla con
la historia toda de la Reforma del siglo XVI, no solamente por ser ella la
principal promotora de la reforma católica española, sino también porque sus
descendientes se vieron involucrados en muchos de los acontecimientos que hemos
de relatar. Los hijos de Fernando e Isabel fueron cinco.
Isabel reina de Portugal |
La hija mayor, Isabel,
se casó primero con el infante don Alfonso de Portugal y, al morir éste, con
Manuel I de Portugal. De este segundo esposo tuvo un hijo, el príncipe don
Miguel, cuyo nacimiento le costó la vida, y quien no vivió largo tiempo.
Juan de Aragón |
Juan,
el presunto heredero de los tronos de Castilla y Aragón, murió poco después de
casarse, sin dejar descendencia. Su muerte fue un rudo golpe para Isabel, tanto
por el amor materno que sentía hacia el joven príncipe como por las
complicaciones que ese acontecimiento podría acarrear para la sucesión al
trono.
Juana de Castilla |
Puesto que dos años después, en 1500, murió el infante don Miguel de
Portugal, quedó como heredera de los tronos de Castilla y Aragón la segunda
hija de los Reyes Católicos, Juana.
Juana se casó con
Felipe el Hermoso, hijo del emperador Maximiliano I, pero pronto empezó a dar
señales de locura. Felipe había heredado de su madre los Países Bajos, y a la
muerte de Isabel la Católica reclamó para sí la corona de Castilla, aunque
Fernando su suegro se oponía a ello. Pero Felipe murió inesperadamente en 1506,
y a partir de entonces la locura de Juana resultó innegable. Tras hacer
embalsamar el cuerpo de su difunto esposo, y pasearse con él por Castilla, se retiró
a Tordesillas, donde continuó guardando el cadáver hasta que murió en 1555.
Juana había tenido de Felipe dos hijos y cuatro hijas. El hijo mayor, Carlos,
fue su sucesor al trono de Castilla, y después al de Aragón. Puesto que también
fue emperador de Alemania, se le conoce como Carlos V, aunque en España fue el
primer rey de ese nombre. El otro hijo, Fernando, sucedió a Carlos como
emperador cuando éste abdicó. La hija mayor de Juana y Felipe, Eleonor, se casó
primero con Manuel I de Portugal (el mismo que antes se había casado con
Isabel, la tía de Eleonor), y después con Francisco I de Francia, quien jugará
un papel importante en varios capítulos de esta historia. Las demás se casaron
con los reyes de Dinamarca, Hungría y Portugal.
La tercera hija de los Reyes Católicos, María, fue la segunda esposa de don Manuel I de Portugal (después de su hermana Isabel, y antes de su sobrina Eleonor).
María de Aragón |
La tercera hija de los Reyes Católicos, María, fue la segunda esposa de don Manuel I de Portugal (después de su hermana Isabel, y antes de su sobrina Eleonor).
Catalina de Aragón |
Por último, la hija menor de
Fernando e Isabel, Catalina de Aragón, marchó a Inglaterra, donde contrajo
matrimonio con el príncipe Arturo, heredero de la corona. Al morir Arturo, se
casó con el hermano de éste, Enrique VIII. La anulación de ese matrimonio fue
la ocasión de la ruptura entre Inglaterra y Roma, según veremos más adelante.
La hija de Catalina y Enrique, y por tanto nieta de los Reyes Católicos, fue la
reina María Tudor, a quien se le ha dado el sobrenombre de “la Sanguinaria”. En
resumen, aunque la historia de los hijos de los Reyes Católicos es triste, las
próximas generaciones dejaron su huella, no sólo en Europa, sino también en
América, hasta tal punto que es imposible narrar la historia del siglo XVI sin
referirse a ellas. [Historia del Cristianismo, Vol.2, pag.32]
Fuente: GONZALES,
JUSTO L. 1994 Historia del Cristianismo Tomo 2. Desde la Era de la
Reforma hasta la Era Inconclusa, Editorial Caribe, Miami, Fla, pag.32
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