sábado, 12 de marzo de 2016

Escuchando a papá

En un devocionario leí la historia de un padre que había escrito un libro inspirado en su hijo; el libro se titula "El libro de las instrucciones de la vida", en él, ese padre daba a su hijo una lista de consejos muchos de ellos para situaciones prácticas y cotidianas como las relaciones con los amigos, el aseo personal, la relación con los padres, incluso le aconseja sobre el cuidado de su auto. Pero sin duda el mejor consejo que su padre le da a su hijo es sobre su relación  con Dios.

Los padres todo el tiempo desde el principio de la historia han dado consejos a sus hijos, lamentablemente los hijos desde el principio de la historia han estado ignorando estos consejos; y es por el hecho de que cuando se es jóven se tiene la creencia de que lo sabemos todo, que las vivencias de las generaciones anteriores no aplican a los tiempos "modernos" en que vivimos, incluso llegamos a pensar que nuestros padres son "algo" anticuados. Es provable que nuestras vivencias sean diferentes a los de papá y mamá pero aún así hay principios fundamentales que nunca pasarán de moda y que se aplican a nuestras vidas. Salomón lo sabía bien cuando le dijo a su hijo: "Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre". Proverbios 1:8
"Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia" Proverbios 3:5 y "Sobre toda cosa que guardes, guarda tu corazón, porque de él mana la vida" Proverbios 4:23

Así como Salomón aconsejó a su hijo porque lo amaba, sin duda alguna nuestros padres también lo hacen, no importa si tenemos 15, 28, 36 o 50 años, la sabiduría de papá y mamá nunca estará de más; así que cuando tu  padre o tu madre quiera hablar contigo y darte un "pequeño" consejo, dale una oportunidad, tal vez tenga razón.